domingo, 20 de febrero de 2011

Me dueles en ella

Estoy que reviento de sentimientos y no se ni por quién son. O más bien yo lo se, pero no quiero aceptarlo, no quiero aceptar que el dolor que siento por ella es solo el mismo que se refleja de lo que me dueles tu.

No me duele que me ignore, ni que desaparezca, no me duele el saber que ella se ira y ya no regresará, me duele el hecho de darme cuenta de que nada de esto me importa, porque no eres tu y yo no amo a nadie más que a ti.

Hoy mi madre te mencionó en uno de nuestros pleitos de siempre y en verdad no entiendo su maldad (que aseguro que es totalmente in-intencional), pero se atrevió a recordarme que la temporada más feliz de mi vida la pasé a tu lado; me hizo ponerme a recordar el hecho de que tu eres a la única a la que puedo mirar a los ojos cuando le hablo, que solo a ti te podía soportar lo que fuera porque toda mi vida a tu al rededor era magia, absoluta magia.

Y ahora después de esa incómoda conversación, no me queda nada, absolutamente nada, solo este dolor insoportable de hace meses atrás y la horrible nostalgia que me produce pensar en ti, en tu nombre que no escucharé jamás en la vida, porque hasta eso es único en ti. No me queda más que afrontarlo y salir al mundo a dejarme morir sin ti o a seguir descansando mi amor loco en corazones asesinos que solo me irán quitando de a poco la vida, lo cual hace que mis dos opciones terminen en lo mismo, una muerte en vida, lenta y dolorosa hasta el fin.

TERMINO DE NUEVO COMO SIEMPRE, ADMITIENDO QUE TE AMO.




¿Cómo pasan las cosas?

Es raro como en las relaciones de repente las cosas cambian sin que siquiera te des cuenta, o más bien, te vas dando cuenta poco a poco, divisas todo el panorama y tratas de convencerte de que todo esta bien y que esos "pequeños detalles" tarde o temprano "pasaran" porque ambas sabran como manejarlos.

El problema con el que después nos topamos es que en realidad no hay nada como un "sabremos manejarlos" o un "pasaran" y que esos pequeños detalles con el tiempo se acumulan y se convierten en un "no hay problema, yo puedo soportarlo".

Este tipo de detalles no cesan jamás, son como una bola de nieve en crecimiento y generan un círculo vicioso de "perdona y olvida" que no tiene fin.

No es por nada que digo esto, es simplemente que e doy cuenta yo misma de cómo llegamos a dejar pasar por alto tantas cosas o nos limitamos de cierta manera para tratar de evitar algún tipo de problema porque ya con los que se tienen son más que suficientes.

De pronto cuando marcarle a la otra por las noches era algo que se podía hacer con confianza se convierte en algo que incluso miedo te da hacer solo para no parecer "demasiado psicótica" y cada paso que se da es habiendo pasado por una enorme contemplación acerca del acto y de todas sus posibles consecuencias, por lo que al final, en verdad, no das ningún paso, porque todo te parece "demasiado peligroso"

Que triste cuando del amor se pasa al miedo y a la cautela, que triste cuando se sabe que después de eso...SE TERMINA EL AMOR.